ESA.


Hay una sensación que es muy difícil de explicar y que te puede llegar a producir mariposas, terremotos y hasta tsunamis en el estomago, y es la que se produce cuando empiezan a sonar las primeras notas de ESA canción, la canción que te recuerda a alguien, que te recuerda a un momento exacto y te transporta a él, la canción que te lleva a un recuerdo de tu infancia...

ESA.

Siempre estará LA CANCIÓN que te recuerda a esa persona especial con la que compartiste tantos momentos, risas, viajes, anécdotas. Esa persona que por algún motivo ya no está, nunca más lo estará o quizás el destino nos tiene preparada la mejor de las sorpresas y la trae de vuelta. Aquella con la que la música no fue simplemente música, sino que siempre fue algo más; una letra no fue solo eso, sino que era vuestra historia escrita y cantada por el artista de moda o por cualquier músico que te encontrabas en la esquina de aquella calle alumbrada con la luz de aquellas luces de navidad. Aquella canción que en un momento dado sonó en aquel bar al que siempre ibais o que siempre sonaba en el modo aleatorio de Spotify cuando quedabais para pasar el rato. También puede que sea aquella canción que sonaba en la serie de moda y que tanto os gustaba. "¿Te acuerdas cuando sonaba...?"
Por eso esas primeras notas te llevarán a esa persona, a su perfume, al olor de su pelo, a aquella camisa que tanto te gustaba, a su cartera de la que siempre sacaba de todo y que comparabas entre risas con el bolso de Mary Poppins. Aún hoy parece que te tengo enfrente con tu enorme sonrisa y con tu boca susurrando la letra de esta canción...

ESA.

También está LA CANCIÓN que siempre te va a recordar aquella gran noche de fiesta con tus amigos en la que pasó de todo y no paso de nada, en la que hicisteis amigos de todas las nacionalidades y de la que nadie se acuerda al completo. Fue entonces cuando sonó la canción que se quedaría como la banda sonora de aquella noche y que siempre vas a recordar. Y será en los momentos menos adecuados cuando suene y será ahí cuando mirarás a tu amigo como diciendo: "¿te acuerdas? madre mía". Y, sinceramente, es esa una de las mejores sensaciones.

ESA.

Tristeza, bajón, soledad, pena, lagrimas...Son muchas las emociones que, sin embargo, nos pueden también producir las canciones. AQUEL TEMA que escuchaste estando de bajón por algún encontronazo, una ruptura, un mal día, una pérdida... Esas son las peores canciones ¿no crees? Porque siempre que las escuches te recordaran a esos momentos que nadie quiere recordar y que nuestro cerebro intentar evitar, pero que no lo conseguimos. Y es que a veces somos tan masoquistas que nos encanta hacérnoslo pasar mal.

ESA.

Luego están LAS CANCIONES que descubres leyendo o viendo una película y que por curiosidad buscas y se acaban convirtiendo en tus favoritas y pasan a ser parte de tu soundtrack particular. Estas son las que siempre te van a recordar a ese momento de drama que viviste en el cine viendo "Bajo la misma estrella" o aquel personaje de uno de los libros de Elisabet Benavent del que te enamoraste locamente. Personajes con los que lloraste como si te hubieran roto a ti el corazón o con los que reíste como si fueras tú la que estaba de fiesta.

ESA.

En definitiva, son muchas las canciones que nos acompañan a lo largo de nuestra vida y que nos hacen tener una banda sonora que ni "Cuatro Bodas y un Funeral". Canciones que nos pueden recordar tanto a lo bueno como a lo malo de nuestra vida, tanto a las personas que están como a las que ya no están, que nos recuerdan a aquel primer concierto en directo o a aquella primera salida tan épica. Y es que si algún día alguien se parara a hacer la película de nuestras vidas lo tendría muy difícil para dejar constancia de todas y cada una de ellas.

Y es que la música, el sonido, el ruido, el silencio... son de las cosas más importantes que tenemos. La risa cómplice de alguien, el llanto desconsolado, la música de fondo en un bar donde quedar, el ruido de la ciudad en una tarde de compras o simplemente el silencio cuando estás mirando a alguien.

Está claro que somos todo eso y más, y yo tengo bien clara mi banda sonora y con quien quiero compartirla y vivirla... ¿y tú?

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