Carta que quizás nunca leas
Querido...
En un momento en el que todo es online y en el que reina twitter, facebook e intagram, no he
querido perder la oportunidad de escribirte una simple carta. Una carta que
quizás nunca llegues a leer porque, la verdad, no me veo capaz de contarte toda
esta movida. Porque sí, vaya movida tengo liada en la cabeza.
Quizás tú no te hayas dado cuenta o,
simplemente, lo hayas visto normal, pero llevo un tiempo diferente. Una mirada
lo dice todo y la mía, desde hace semanas, habla por sí sola. Quizás no me
conozcas tanto como para darte cuenta o quizás no te has fijado.
¿Son esto las famosas mariposas en el
estómago? Si es así, creo que es la primera vez que las siento. Quiero que
paren, que se estén quietas durante unos segundos, porque creo que se están
multiplicando a cada segundo que pasa de este infierno. Si sumamos la
intensidad que le pongo de normal a todo a la situación actual lo que obtenemos
es una bomba de relojería que está siempre al límite, en cualquier momento
puede explotar.
Estás en esa canción que tanto me
recuerda a ti, esa canción que habla de lo que no hemos vivido, pero que duele
igual. A este ritmo y con tanto tiempo sin vernos voy a acabar encontrando
significado a todas las canciones. Y es que ¿es normal que te vea en cada
serie, película, texto, tweet...?
Porque estás siempre presente, siempre ahí, siempre apareciendo cuando menos se
te espera y cuándo más daño puedes causar.
¿Existen las señales? Yo quiero creer
que sí, que cuando miro el reloj y son las 11:11 es porque algo bonito se
acerca. Ya son muchos 11:11. Aún no ha pasado nada. Silencio. Aún no has dado
esa señal que sea la verdadera, la que no te deja duda alguna. Aparece, por
favor.
No sabes lo mucho que significa una
persona para ti hasta que te ves en una situación como esta. Y eso me ha pasado
a mí. No sabía hasta que punto eras importante para mí, pero mírame, aquí estoy
escribiéndote una carta que nunca tendré el valor de mandarte...
Podría decirte miles de chorradas
como lo de que "solo soy una chica frente a un chico, pidiéndole que la
quiera", pero eso solo parece que funciona en las películas. Podría
decirte lo bien que me siento cuando estás cerca, la sonrisa boba que se me
pinta en la cara con cualquier tontada que digas, lo que me gusta cómo suena mi
nombre en tu boca, lo bonita que me parece tu voz a cualquier hora del día o
los nervios que se apoderan de mí cuando te veo acercarte. Podría decirte miles
de chorradas que... mierda, ya te he dicho.
Los días tienen 24 horas, pero en mi
cabeza parecen ser más. Ya no sé si voy o vengo, si rio o lloro. En la casa se
magnifican las cosas o eso dice la gente. Lo único que sé con certeza es que
estos meses me van a pasar factura. ¿Cuándo te he otorgado el poder de hacerme
llorar con solo escuchar tu voz? ¿CUÁNDO?
Todavía quedan muchos meses, muchas
semanas, muchos días, muchas horas, muchos segundos para volver a vernos.
Quizás las cosas hayan cambiado. Quizás no. Para tus ojos seguiré siendo
invisible. Te podrás ver reflejado en mis lágrimas. Porque esta sensación de
angustia, de ahogo continua, no se irá. Puedo escribir cientos de cartas como
esta, que ninguna va a conseguir que saque todo lo que llevo dentro. Lo que tu
provocas.
Todo esto pasará y volveremos a
echarnos ese pulso de miradas, volveremos a cruzarnos y hasta puede que nos
saludemos. O nos despidamos. Pasará como pasa la tormenta de verano, y a su
paso dejará un rastro que será
difícil de curar. Después de una
tormenta como esta, solo hay dos opciones. Reconstruir o tirar. Yo tengo clara
mi decisión, tú no lo sé...
Hay que ver lo que puede generar una
sola persona en otra ¿eh? Un gesto que se te queda marcado, una no palabra que
desearía que hubieras dicho, una no mirada de despedida... Hay muchas cosas que
podrían haber sido y no fueron, hay muchas cosas que podrán ser y no serán.
Pero, ¿no es eso lo bonito de la vida? Y si...
XOXO
S.
Comentarios
Publicar un comentario